¿Quién soy?

11/28/2025

Soy

Mateo Gariboglio 🙋🏻

Nací en Santa Fe y, a los 6 años, me mudé a Santa Clara de Buena Vista, un pueblo pequeño donde viví hasta los 18. En ese lugar crecí, formé amistades y aprendí el valor de la comunidad. Cuando decidí estudiar programación, comenzó un camino que marcó profundamente mi carácter y mi forma de ver el mundo.

Durante la tecnicatura viajé todos los días desde Humboldt a Rafaela. El cursado era de 19:00 a 23:30, así que siempre volvía de noche. Descubrí que había colectivo de ida, pero no de vuelta; así que muchos viajes fueron en auto, manejando a medianoche, coordinando con compañeros o recurriendo a quien pudiera acercarme. Hubo días con niebla densa en los que no se veía más que unos metros adelante, y aun así había que llegar igual.

Esa rutina de ruta duró medio año. Luego, me mudé a Rafaela. Al principio sentí un alivio inmediato al dejar los viajes, pero pronto tuve que afrontar un desafío distinto: la soledad. Vivir solo me enseñó a convivir conmigo mismo, a administrarme y a conocerme de verdad sin el ruido de afuera.

Esos años me formaron. Me enseñaron independencia, constancia y silencio. Aprendí a estudiar en cualquier lado, a organizarme, a avanzar aun cuando estaba cansado. Y, por sobre todo, aprendí a confiar en mi criterio.

Hoy estoy de vuelta en Humboldt por motivos personales, trabajando y formándome, y preparándome para comenzar la Ingeniería en Informática el año que viene.

Cómo pienso y qué me mueve

Siempre fui una persona creativa, observadora y analítica. Me interesa entender cómo funcionan las cosas, desde el software hasta la electricidad. Hice un curso como auxiliar en instalaciones eléctricas a través del gobierno de Santa Fe, en la comuna de Humboldt. Tengo ideas todo el tiempo y estoy aprendiendo constantemente a llevarlas a la práctica con más estructura y disciplina.

La tranquilidad me ordena.
Pienso mejor en silencio, de noche, con música o un mate.
Aprendí a estudiar como hábito: el aprendizaje continuo es parte de mi identidad.

Qué valoro

Soy introvertido, independiente y selectivo.
Valoro:

  • La autenticidad — personas sin miedo a mostrarse como son.
  • La libertad — elegir mis tiempos y mis proyectos.
  • La profundidad — ideas nuevas, conversaciones que aportan.
  • La calma — mates tranquilos, música, espacios tranquilos.

No busco vínculos superficiales ni interacciones forzadas.
Me interesa la gente curiosa, soñadora, creativa, la que piensa y propone.

Mi compañera: Pelusa

Pelusa, mi gata, es parte importante de mi historia.
Estuvo durante los años de estudio, las mudanzas, las noches largas y los viajes interminables. Quien tenga un animal sabe lo que significa: lealtad absoluta, compañía, presencia silenciosa. Es parte de mi día a día y de mis momentos de equilibrio.

Hacia dónde voy

Quiero una vida auténtica, simple y libre.
Mi objetivo es trabajar de forma remota para poder moverme cuando lo necesite y construir un entorno donde pueda pensar, programar y crear sin fricciones.

Me imagino en un camper, viajando con calma, con Pelusa, con música de fondo, con mates y naturaleza. No es un “sueño idealista”: es un estilo de vida que coincide con mi personalidad y mis valores.

No busco parecer más de lo que soy.
Quiero que quien lea esto pueda entender a la persona detrás de todo:
alguien que viene de un pueblo, que se esforzó de verdad, que estudió hasta el cansancio, que aprendió solo muchos tramos del camino, y que hoy sigue creciendo, creando y eligiendo un rumbo propio.